La Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC) ha advertido que una prohibición taxativa a los motores de combustión tendrá un fuerte impacto negativo en la demanda, fabricación y futura adjudicación de nuevos modelos a la industria española.
ANFAC ha trasladado su preocupación al respecto de la prohibición a los motores diésel, gasolina e híbridos para 2040, resaltada en el proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética aprobada en Consejo de Ministros.
"ANFAC estudiará el texto definitivo del proyecto de Ley de Cambio Climático y determinará su posición en los próximos días"
La asociación recuerda que los fabricantes de automóviles están “plenamente comprometidos con la descarbonización del parque” y que están realizando inversiones multimillonarias cada año en traer al mercado vehículos más eficientes y menos contaminantes, cero y bajas emisiones, para cumplir con sus objetivos de reducción de emisiones de CO2 y un marco regulatorio muy exigente sobre emisiones contaminantes.
“Una estrategia basada en prohibiciones que no se ajuste a la estrategia europea de descarbonización del transporte, tendrá un efecto negativo para los consumidores, el mercado, las fábricas y la industria”, señaló Mario Armero, vicepresidente ejecutivo de ANFAC.
De este modo, los fabricantes apuestan por medidas de apoyo a la renovación del parque con un plan continuado de ayudas a la compra de vehículos de cero y bajas emisiones, una fiscalidad que incluya criterios medioambientales y que grave el uso y no la adquisición y una estrategia nacional de despliegue de puntos de recarga como varias de las claves imprescindibles para alcanzar estos objetivos. En línea con esta estrategia de descarbonización, y tal y como están haciendo otros países europeos como Francia y Reino Unido
En este sentido, ANFAC valora positivamente la estrategia en favor del impulso a la comercialización de los vehículos eléctricos del plan Nacional de Energía y Clima 2021-2030 con una dotación de 200 millones.
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De este modo, los fabricantes apuestan por medidas de apoyo a la renovación del parque con un plan continuado de ayudas a la compra de vehículos de cero y bajas emisiones, una fiscalidad que incluya criterios medioambientales y que grave el uso y no la adquisición y una estrategia nacional de despliegue de puntos de recarga como varias de las claves imprescindibles para alcanzar estos objetivos. En línea con esta estrategia de descarbonización, y tal y como están haciendo otros países europeos como Francia y Reino Unido
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