Abarth regresa a la competición con un programa privado carreras-cliente

Abarth regresa a la competición con un programa privado carreras-cliente y un desafío virtual para encontrar nuevas promesas. La relación de Abarth y la competición nace de sus orígenes. En 1949, la firma fundada por Carlo Abarth se creó, básicamente, para dar cabida a la Squadra Carlo Abarth, un equipo que puso los Cisitalia 204 en manos de figuras históricas como Tazio Nuvolari.
Cuando en 1971 Fiat adquirió la compañía a su fundador, que había paseado con honor y éxito durante décadas el nombre de Fiat por los circuitos y subidas de montaña, Abarth pasó a ser una división especializada en crear coches deportivos y de carreras del Grupo Fiat y todas sus marcas, como Lancia en los rallyes o, posteriormente, Alfa Romeo en los circuitos.

El primer gran encargo de Abarth, una vez integrada dentro del universo Fiat, fue crear una máquina de rallyes a partir del Fiat 124 Spider. Así comenzó el vínculo entre la marca del escorpión y la disciplina de los tramos cronometrados, con el alumbramiento del Fiat 124 Abarth Rally.

Tras ese primer y exitoso proyecto, Abarth trabajó en el desarrollo del espléndido y laureado Fiat 131 Abarth, que brindó a la firma turinesa su primer título de constructores en el Mundial de Rallyes. Durante los años siguientes, se alumbrarían otros modelos de competición, como el Autobianchi A112 Abarth, concebido para disputar un trofeo monomarca con el mismo nombre, o los impresionantes Lancia Rally (Abarth SE037), Lancia Delta S4 (Abarth SE038), Lancia Delta Integrale (Abarth SE050), y proyectos no natos, como los legendarios Lancia ECV de Grupo S (Abarth SE040).

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Abarth regresa a la competición con un programa privado carreras-cliente 

A lo largo de la historia del Mundial de Rallyes, Abarth reportó diez títulos de Campeón del Mundo de Constructores al Grupo Fiat y las marcas que lo componen (tres con ese emblema, siete con Lancia).

Dentro del ámbito automovilístico nacional, Abarth también ostenta un impecable palmarés, trufado por cuatro entorchados en el Campeonato de España de Rallyes, logrados con diversos pilotos (cinco si incluimos el título que obtuvo Jaime Juncosa al término de la temporada de 1963, en la que alternó diferentes modelos de Fiat, Lancia y de la propia Abarth).

La firma italiana y la competición son sinónimos, especialmente en la escena de los rallyes, donde puede presumir de ser la marca que más Campeonatos del Mundo de Constructores ha ganado. Por ello, resulta lógico y natural que regrese ahora a los tramos con su nueva máquina de competición, el Abarth 124 rally, presentado en el Salón de Ginebra del pasado año, como coche “carreras-cliente”, pensado especialmente para equipos privados.

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