Rolls-Royce Wraith Eagle VIII: un homenaje a la audacia
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El Rolls-Royce Wraith Eagle VIII , un homenaje al primer vuelo transatlántico sin escalas en una aeronave con motor Rolls-Royce, es un "Collection Car" limitado a 50 unidades, que se presentará en el Concorso d'Eleganza Villa d'Este de este año, a orillas del lago Como en Italia, del 24 al 26 de mayo.
Rolls-Royce Wraith Eagle VIII-frontal-3-4
El nuevo coche, el Wraith Eagle VIII, ha sido creado por Bestpoke en la Casa de Rolls-Royce. Sólo se harán 50, en conmemoración del 100 º aniversario de uno de los momentos más cruciales del Siglo XX.
John Alcock y Arthur Brown fueron los tripulantes del primer vuelo transatlántico sin escalas de la historia, que tuvo lugar en junio de 2019. La aeronave utilizada, un bombardero Vickers Vimy modificado de la I Guerra Mundial, montaba un motor Rolls-Royce Eagle VIII de 20.3 litros y 350 caballos.
Rolls-Royce Wraith Eagle VIII-lateral
"Wraith Eagle VIII es a la vez un objeto de deseo; un homenaje a los héroes y un protagonista a los visionarios de hoy", señaló Torsten Müller-Ötvös, director ejecutivo de Rolls-Royce Motor Cars. "Esta colección de Rolls-Royce demuestra la extraordinaria habilidad de nuestro Colectivo a medida en la Casa de la marca en Goodwood, West Sussex".
Diseño del Rolls-Royce Wraith Eagle VIII
El Wraith Eagle VIII Collection Car es un homenaje al vuelo de Alcock y Brown, con un acabado en dos tonos de Gunmetal y Selby Gray separados por una línea de latón, mientras la parrilla de color negro recuerda a la cubierta del motor Rolls-Royce Eagle VIII en el avión Vickers Vimy. Completan los detalles de esta parte del coche unas llantas pulidas con acabado de sombra traslúcido.
Lo que destaca de esta colección Rolls-Royce Wraith Eagle VIII es el interior de los vehículos, con multitud de detalles que evocan la aventura aérea de Alcock y Brown. Los colores que predominan son el negro y el gris, aunque acentuados por el latón. De este material están hechas las cubiertas de los altavoces, mientras que el logotipo RR del reposacabezas de los asientos está bordado en hilos de su color. También tenemos destellos de bronce en los paneles de las puertas, mientras que en la puerta del conductor hay una placa en latón donde se puede leer una cita de Churchill que elogia el logro aeronáutico
Si nos fijamos en el salpicadero y en la consola central, vemos una interpretación moderna de la vista que puedieron tener nuestros dos protagonistas, para lo que se han utilizado materiales como el oro, la plata y el cobre de eucalipto ahumado. En cuanto al reloj, una de los añadidos más carismáticos de cada Rolls-Royce, presenta un efecto de fondo helado que representa la congelación, debido a la gran altitud y las malas condiciones, que sufrió el cuadro de mandos del avión de la hazaña.
No obstante, el punto más llamativo e interesante del interior es su techo, que cuenta con 1.183 luces led que representa, lo que el fabricante llama "una interpretación abstracta moderna de la vista que la pareja hubiera disfrutado"en el momento del vuelo realizado hace ahora un siglo. La trayectoria de vuelo y las constelaciones están bordadas con hilo de latón, mientras que el momento exacto en que el par abandonó la nube para navegar por las estrellas se indica mediante una luz de fibra óptica roja. Las nubes, por su parte, están bordadas, y hay una placa que dice lo siguiente:“ La disposición celeste en el punto medio 12:17a.m. de junio de 15 º 1919, 50” 07' de latitud norte - 31” de longitud oeste”, o lo que es lo mismo, el punto medio del trascendental viaje.
No sabemos lo que cuesta pero si que solo 50 de estos Rolls-Royce Wraith Eagle VIII altamente coleccionables se crearán para los coleccionistas más exigentes en la de Rolls-Royce en Goodwood, West Sussex
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