Continental encarga el primer vehículo de pruebas de neumáticos sin conductor en Estados Unidos

Continental ha encargado el primer vehículo de pruebas de neumáticos sin conductor para diferentes tipos de superficie de carreteras en su centro de pruebas de Uvalde, en Texas (Estados Unidos)

El nuevo vehículo de pruebas se basa en el sistema automatizado 'Cruising Chauffeur', que la compañía alemana desarrolló para su uso en autopistas. El vehículo de prueba se controla mediante un sistema de navegación por satélite gracias a sus sensores de cámara y radar.

El automóvil podrá reaccionar inmediatamente ante personas, animales u otros objetos inesperados en la pista, incluso sin un conductor. El equipo de desarrollo de Uvalde está contribuyendo así a hacer realidad la estrategia Vision Zero de Continental para una conducción sin accidentes.



El objetivo es hacer que los resultados de las pruebas de los neumáticos de camiones ligeros y de pasajeros sean más concluyentes y minimizar el impacto del procedimiento de prueba en los resultados.

"En situaciones críticas, el nivel de tecnología de los neumáticos es el factor decisivo para determinar si un vehículo frena a tiempo. "Con las pruebas de llantas que utilizan un vehículo automatizado, logramos resultados de prueba altamente concluyentes y, por lo tanto, garantizamos la calidad superior de nuestras llantas", explica Nikolai Setzer, miembro de la Junta Ejecutiva Continental y jefe de la división de neumáticos.

Desde 2016, el equipo dirigido por Thomas Sych, jefe de Pruebas de llantas en Continental, ha estado trabajando en la prueba de llantas del futuro en Uvalde. "Queremos automatizar y, por lo tanto, estandarizar las pruebas de llantas hasta tal punto que podamos identificar incluso las diferencias más pequeñas en las llantas", señaló Sych.

Uno de los principales desafíos en la fabricación de neumáticos, según afirmó la compañía, es llevar a cabo pruebas de calidad mientras se utilizan los neumáticos. Los compuestos de caucho y los modelos de neumáticos de última generación deben probarse en condiciones reales para comprobar su funcionamiento correcto, ya que incluso las desviaciones más pequeñas en la pista de pruebas pueden tener consecuencias importantes en la calidad de los resultados de las mismas.

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